La esposa del detenido que declaró en reiteradas oportunidades sobre lo que habría ocurrido en el interior de la vivienda, fue notificada sobre el auto de procesamiento de Riveros.
Antes de que culmine el 2020, finalmente se dio por terminada la etapa de instrucción y se dio lugar al procesamiento de Esteban Riveros (23), único detenido por el homicidio de Manuel Antonio Muñoz (70), el hombre que vendía autos en Pocito y que fue hallado sin vida en el interior de su vivienda de Villa Paolini.
En este contexto, la esposa del detenido que declaró en reiteradas oportunidades sobre lo que habría ocurrido en el interior de la vivienda, fue notificada sobre el auto de procesamiento de Riveros, por «Homicidio doblemente agravado por ensañamiento y por alevosía». Sin embargo, un revés en la causa hizo que se analice la situación procesal de la mujer.
«La esposa de Riveros siempre declaró en carácter de testigo de los hechos, pero cuando fue a iniciar los trámites para ingresar al Servicio Penitenciario y ver a su pareja, no pudo porque le salta la causa como si ella también estuviera imputada. Le sorprendió porque aparece la causa como antecedentes», detalló la abogada defensora de Riveros, Filomena Noriega, a Diario La Provincia SJ.
En ese hecho, en los próximos días se presentará un pedido de aclaración de situación procesal de la mujer. «En la planilla prontuarial de ella salta la causa de homicidio y eso quiere decir que en la causa también está imputada. Procesalmente también está implicada pero en la causa siempre declaró como testigo, por eso lo hizo sin un abogado defensor», agregó la abogada.
E indicó que » si está como imputada en la causa, lo primero que se debería hacer es presentar la excarcelación o arresto domiciliario debido a que está al cuidado de sus hijos que son chicos».
Riveros y su familia alquilaban una habitación en la casa de Muñoz, y según la investigación, en la autopsia se reveló que la víctima falleció por un traumatismo de cráneo ocasionado por un fuerte golpe. Además, signos en sus manos indican que habrían intentado defenderse aunque las puertas de la casa no estaban forzadas, por eso desde un primer momento se creyó que la víctima conocía al victimario.