Abr 25, 2021 Servicio de noticias SAN JUAN, SOCIALES
En septiembre de 2018 unos fuertes dolores llegaron para quedarse y se vio obligada a dejar cada una de sus actividades. A poco más de un año y medio de aquel día, pelea por recuperar su salud mientras un nuevo diagnóstico la tomó por sorpresa.
Florencia Genovart es una joven de 26 años que sufre de endometriosis profunda, una enfermedad que le produce fuertes dolores en la zona abdominal, a tal punto que su cuerpo no le permite llevar una vida normal. En septiembre de 2018, su organismo comenzó a transmitirle las primeras señales que la obligaron a realizar un giro de 180 grados en su vida, donde se vio obligada a dejar cada una de las actividades en las que ocupaba su tiempo.
Florencia era una joven de esas que al llegar a un lugar no pasaba desapercibida. Simpática, extrovertida y dueña de una sonrisa que contagiaba, dejaba huella por cada actividad que realizaba. Sin embargo de un día para el otro debió olvidarse de bailar, trabajar como maquilladora, como promotora de eventos, hasta de estudiar geología, entre otras actividades porque su rutina se vio completamente afectada.
De un día para el otro, su cama, su hogar, clínicas, hospitales, sanatorios, médicos, enfermeros se apoderaron de su rutina debido a un estado de salud que empeoró repentinamente y la incertidumbre se apoderó de ella. “En septiembre del 2018, cuando se me tenía que terminar la menstruación, me vino de nuevo y fue con un dolor inexplicable. Desde ese día nunca más se fue y empeoró cada vez más”, contó Florencia.
Tras aquel mes, esta joven sanjuanina debió pasar por muchas experiencias para llegar a encontrar el diagnóstico de su enfermedad. En ese sentido debió pasar por distintos centros de salud donde la mandaron a que se hiciera diferentes estudios por posibles diagnósticos pero ninguno de ellos era concreto.
Abdomen agudo, apendicitis, menstruación retrógrada, cólicos renales, quistes hemorrágicos, várices pélvicas, síndrome de ansiedad pos-pre menstrual fueron algunos de los tantos diagnósticos que escuchó.
Sin embargo, a los siete meses de haber comenzado su pesadilla, un médico de Córdoba le explicó que padecía de endometriosis profunda y que solamente en Buenos Aires iba a poder hacerse el estudio que le confirmara esto. Por ello, días después se entrevistó con un médico especialista que le aclaró todas las sospechas
Tras conocer su enfermedad crónica, fue tan grande su cambio de vida, que sintió la necesidad involucrarse junto a otro grupo de sanjuaninas para pelear por una ‘Ley de Endometriosis’ que aún no fue aprobada y al parecer quedó en el olvido. “Lamentablemente nunca salió nada, parece que no les interesa poder ayudarnos con esta cruel enfermedad”, afirmó resignadamente.
“Hay que ser fuerte para poder llevarla, ya no puedo caminar, y se hace difícil llevar una vida así. Necesitamos la ley para ser escuchadas, para que esta enfermedad sea tratada como es, una enfermedad crónica, sin cura. Cada día es una tortura, nadie comprende este dolor, solo aquellas que padecemos esto y luchamos por tener calidad de vida”, añadió.
Asimismo, meses después de conocer su diagnóstico, los dolores nunca cesaron y se apoderaron de su cuerpo las 24 horas de cada día. “Ni la morfina ni ningún calmante me pueden aliviar. Vivo en cama las 24 horas, no tengo vida”, decía hace poco en un video donde buscaba recaudar fondos a través de una rifa que le permita solventar los gastos que le provocaban un nuevo viaje a Buenos Aires para una séptima cirugía donde se iba a encontrar otro nuevo diagnóstico.
“Hace un mes me descubrieron una enfermedad rara, se llama ‘Síndrome de nutcracker o cascanueces’, una enfermedad vascular. Es una de las enfermedades más raras del mundo”, relató Flor. Esta nueva enfermedad se trata de una vena que va al riñón que quedó atrapada por dos arterias.
“Cuando volví a Buenos Aires, me iban a hacer una embolización y en eso se encontraron con esta enfermedad rara. Debieron parar todo. Planearon entre los especialistas médicos, se expuso a nivel mundial el caso para ver cómo seguir y se decidió colocarme un stent en esa vena para mejorar el flujo renal”, aseguró.
No obstante, según las palabras de Flor, este stent es solo una prueba, porque los médicos no saben si va a funcionar. Es que los especialistas se encontraron ante un diagnostico desconocido, por lo cual nuevamente la joven debe esperar mientras los dolores siguen formando parte de su vida las 24 horas de cada día.
“La semana que viene veo a los médicos para ver que deciden porque no saben qué hacer”, comentó. Al ser consultada como surge o de que se provocó esta nueva enfermedad, Florencia expresó que no lo pueden saber. “Mi vida ha sido muy sufrida por todos lados, parece que nací así, y cuando crecí se atrapó pero tampoco tengo certezas”, agregó.
Durante toda esta pesadilla, la joven sanjuanina comentó que ha probado todo lo que existe para poder curarse de su enfermedad. “Tradicional, alternativo, religioso, espiritual, es muy largo de contar todo lo que viví. Si me tengo que poner a contar detalladamente no terminaríamos más. Mi lucha es algo inexplicable, ni yo puedo creer todo lo que hice, luché, busqué, para sanar. Ni yo lo creo”, aseveró.
En todo este tiempo el círculo íntimo que la acompaña es su madre jubilada y una tía donde actualmente está hospedada en Buenos Aires, más el apoyo a la distancia de sus amistades. Allí se encuentra a unas pocas cuadras del hospital, a la espera de la próxima consulta médica que le ayude no solo a aliviar sus dolores sino que le borre tanta incertidumbre que le permita sumar una mejor calidad de vida. “A esta altura ya no tengo fuerzas para seguir”, sentenció.
Para poder continuar con cada uno de los distintos procedimientos médicos a los que debe someterse, Florencia necesita la colaboración para poder solventar su estadía en Buenos Aires, que por el momento será por tiempo indeterminado, dependiendo de su evolución. Es por esta causa, que decidió realizar un sorteo gracias a la ayuda de amigos, familiares y conocidos, que donaron numerosos premios para poder impulsar esta rifa solidaria.
“Ayudemos a Flor”, es el nombre elegido para la campaña y cada número tiene un valor simbólico de $200. Entre los premios se pueden destacar cenas en importantes locales gastronómicos, mercadería y tratamientos de belleza.
De esta forma, para todo aquel interesado/a en ayudar a Flor que quiera comprar algún número para este sorteo, se puede comunicar con ella al 264 458-9857 o dirigirse hasta ‘Mistral’, ubicado en calle Mendoza antes de Rivadavia.
Fuente: canal 13 TV SJ
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