Lara no aguantó: «Me voy a acostar en el piso», le dijo a la mamá. Una mujer le prestó su campera para que se tapara. Tras la insistencia de la madre, lograron internarla. «Me quedé esperando en el hall porque no me dejaban entrar», contó. Pasaron cinco horas y la mujer no recibió noticias de su hija, hasta que Lara le envió un mensaje diciendo que tenía hambre. Le compró un yogurt y se lo hizo llegar con personal del hospital.
Como no tenía noticias, la madre volvió a insistir con los médicos. Esta vez la atendió una médica que le dijo que a su hija le habían conseguido una cama en el viejo hospital Iturraspe. Sánchez contó a ese medio que en ese lapso a su hija solo le habían hecho una tomografía.
Esa fue la última vez pudo ver a Lara, porque después fue aislada por ser contacto estrecho. «No la vi más, no pude visitarla, solo iba su padre que ya había tenido covid y lo dejaban verla desde una ventana», afirmó. Pasaron varios días y la última comunicación del hospital que recibieron los familiares fue el viernes a la madrugada. «Me llamó su padre a las 3 y me dijo que había fallecido luego de sufrir tres paros», recordó Claudia.